Por Alejandro Cimas
BPM (Business Process Management), o Gestión de Procesos de Negocio, es una metodología que permite diseñar, ejecutar, controlar y optimizar los procesos empresariales para mejorar la eficiencia y los resultados organizacionales.
Hace unos días escribí en un posteo de LinkedIn que “el BPM como lo conocemos” está cambiando. No porque haya muerto, sino porque apareció una nueva capa que está revolucionando la forma en que diseñamos y gestionamos procesos: lo agéntico.
Esta transformación no es solo técnica, sino también estratégica. Para entenderla mejor, tuve la oportunidad de conversar con Gastón Milano, CTO de GeneXus, quien me aportó una visión clave sobre el tema.
Procesos tradicionales vs. procesos agénticos
Hasta ahora, muchos procesos se diseñaban como flujos estructurados, paso a paso, en los que cada etapa estaba rígidamente definida. Esto funcionaba bien para procesos predecibles y altamente regulados. Sin embargo, con la complejidad actual, este enfoque pierde eficacia.
Gastón me explicó que hoy puede tener más sentido comenzar con un proceso dinámico y agéntico, sin BPM rígido, permitiendo que el sistema descubra el mejor camino desde el punto A hasta el punto B. Solo después, si es necesario, se formaliza y estructura el flujo.
¿Por qué cambiar el enfoque tradicional?
Hay varias razones para adoptar procesos agénticos:
– Flexibilidad: El agente puede determinar el plan de acción adecuado según el contexto y las herramientas disponibles.
– Eficiencia: Se evita forzar un proceso sobre ajustado (“overfit”) cuando el agente puede encontrar mejores rutas.
– Adaptabilidad: El sistema se ajusta a cambios y excepciones en tiempo real, sin depender de reglas rígidas.
La combinación ideal: procesos determinísticos y tareas dinámicas
Por supuesto, no todo puede ser improvisado, especialmente en sectores con fuertes regulaciones y requerimientos legales. En estos casos, el BPM estructurado sigue siendo vital para garantizar la trazabilidad y cumplimiento normativo.
Pero incluso dentro de estos procesos, es posible incorporar un enfoque agéntico para resolver tareas específicas, es decir:
– Procesos estructurados que contienen tareas dinámicas manejadas por agentes inteligentes.
– Agentes que saben cuándo seguir reglas y cuándo adaptarse o “romperlas” de forma controlada.
Este enfoque, que combina lo simbólico y lo probabilístico (también llamado neuro-simbólico), representa la evolución más sólida para el BPM:
– Procesos estructurados
– Tareas resueltas por agentes inteligentes
– Validación humana integrada
– Trazabilidad como parte integral del diseño
Una nueva mentalidad para una nueva era
Esta evolución es mucho más que tecnología: es un cambio de mentalidad (mindset). Nos invita a repensar cómo diseñamos procesos, poniendo en el centro la inteligencia adaptativa y la colaboración humano-máquina.
La pregunta ya no es procesos vs. agentes, sino cómo y cuándo combinar ambos para obtener los mejores resultados.
En GeneXus Consulting acompañamos a las organizaciones en sus procesos de transformación digital. Diseñamos e implementamos soluciones que combinan lo mejor de ambos mundos: procesos estructurados cuando se necesita control, y agentes inteligentes cuando se requiere flexibilidad. Exploremos juntos cómo aplicarlo en tu organización. Hablemos.